16 de marzo de 2008

Satélite Adormecido

Te culpo por el cielo iluminado por la luna y por el sueño que murió cuando las aguilas volaron.

Te culpo por las noches iluminadas por la luna...
Cuando yo te pregunto por qué los mares están secos, no culpes al Satélite Adormecido.


Fuimos a la luna demasiado pronto, desperdiciamos la oportunidad y en el apuro de la carrera perdimos el romance por el objetivo que perseguíamos.
Y aún hoy queremos justificar la pérdida con el recuerdo de la mas grande aventura humana.


Te culpo por el cielo iluminado por la luna y por el sueño que murió cuando las aguilas volaron.

Te culpo por las noches iluminadas por la luna...
Cuando yo te pregunto por qué los mares están secos, no culpes al Satélite Adormecido.


¿Acaso perdimos lo que teníamos de ventaja?
¿Acaso llegamos tan pronto a la cima?
Si el mundo es tan verde, entonces ¿por qué grita bajo una luna azul?
Nos preguntamos por qué la Tierra sacrificó su más grande tesoro.


¿Y cuando vayamos a las estrellas?
¡Qué paso gigante!
¿Tendremos lo que se precisa para cargar con ese concepto?
¿O seremos como un disparo en la oscuridad perdiendo su objetivo por el simple sentido de aventura?.
No culpes a los satélites adormecidos.