5 de julio de 2009

La vida es demasiado para ser insignificante.

Ya perdoné errores casi imperdonables, traté de sustituir personas insustituibles y de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con personas que creí que no me decepcionarían pero también yo decepcioné.

Ya abracé para proteger, ya reí cuando no podía, ya hice amigos eternos.

Ya amé y fui amada pero también fui rechazada, también fui amada y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad, ya viví del amor e hice juramentos eternos para romperlos muchas veces después.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos, ya llamé sólo para escuchar una voz, ya me enamoré de una sonrisa.

Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia, tuve miedo de perder a alguien especial y termine perdiéndolo, mas sobreviví...

Es bueno ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivirla con pasión, perder con clase y morir con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es demasiado para ser insignificante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

en los hechos de las estadias, nos sentamos bajo la sombra, donde las almas reposan, donde la vida, nos acompaña en cada instante, sintiendo palabras erradas, hechos cambiantes, de saludos, a puertas cerradas, o simbolos y acciones, aqui, ahora, un saludo, de lejano lector.

Cersey dijo...

gracias por tu comentario lejano lector, me gustaria saber quien eres....un saludo

Anónimo dijo...

Realmente mavarilloso, gracias por enseñarme muchas cosas.